El pasado 24 de julio por fin vi la película El Secreto. Confieso que quedé prendada, ahora cargo la película conmigo para todos lados a ver en donde tengo la oportunidad de volver a verla, aunque sea un pedacito. La información es valiosísima, sólo que no es digerible para todos.
Los seres humanos a veces deseamos cosas para las cuales no estamos preparados, pero ahí están nuestros guías quienes nos las presentan en el momento preciso porque el tiempo de Dios es perfecto. Así me pasó con El Secreto, varios meses escuchando acerca de la película, diciéndome a mí misma "tengo que verla". Hace poco más de 1 mes la conseguí y la llevé a casa... Adivinen qué: la puse sobre un mueble y al pasar mi mirada sobre ella todos los fines de semana me decía "tengo que verla". Jajaja. Ese día llegó el 24 de julio, pasé por un lado y dije, "voy a verla, mi beba está durmiendo, no tengo más nada que hacer, así que voy a verla". Luego comprendí. Si la hubiera visto antes no habría captado la información a cabalidad. Como dije, tiene información valiosa pero que no será digerida por aquel que no esté preparado para conocer y utilizar El Secreto.
La recomiendo ampliamente, de hecho, me hice una lista mental de las personas que considero deberían verla urgentemente. Una de ellas, no ha podido hacerlo a pesar de tenerla ya consigo: al empezar se queda dormida. Ella dice que no sabe por qué, está muy atenta porque le interesa la información y se duerme sin darse cuenta. Así que le dije "aún no estás lista", cuando sea el momento, conocerás El Secreto.
Mientras, yo ya empecé a ponerlo en práctica.
